jueves, 5 de julio de 2012

mindfulness 2

“Acertadamente, se ha utilizado el término mindfulness para hacer referencia a la observación de las propias “conductas internas” o, mejor dicho, de los “eventos privados”. Hoy sabemos que la autoobservación por si misma puede no ser terapéutica, e incluso puede ser perjudicial o “patologizante”, como en los procesos del pensamiento rumiador depresivo o en la preocupación ansiosa. Entonces, la cuestión relevante es: ¿qué diferencia la auto-observación patológica de la auto-observación terapéutica? o, en otras palabras, ¿bajo qué condiciones la auto-observación de la experiencia resulta terapéutica?”

“La respuesta a ambas preguntas es mindfulness. No sólo la Terapia de Aceptación y Compromiso sino también la mayor parte de los modelos psicoterapéuticos actuales, asignan un papel central, en la génesis de la psicopatología, a la sobre-reacción emocional que surge de la no aceptación de la experiencia. Cuando no deseamos o no nos gusta lo que nos pasa, cuando lo comparamos con el ideal pensado (o imaginado) de lo que nos debería pasar o cuando nos resistimos a aceptar la realidad de lo que hay en el presente, es muy probable que se activen procesos “patologizantes” como los implicados en los patrones de ansiedad o depresión. En estos casos, la observación de la experiencia se hace desde un estado mental reactivo de no-aceptación de la realidad. Es como empeñarse en abrir una puerta sin tener la llave. Se puede golpear la puerta, pero ésta seguirá cerrada.”

“Por el contrario, mindfulness es un estado de conciencia, no reactivo y no prejuicioso, de aceptación y observación de la experiencia tal y como es en el momento presente. Así, afirmar que mindfulness es la llave que abre la puerta de la auto-observación terapéutica significa afirmar que mindfulness ofrece las condiciones para que la observación de la experiencia sea terapéutica. Estas condiciones son: a) atiende a lo que ocurre en el presente, b) no compara el estado actual con un ideal, c) no juzga lo que observa y d) acepta la no permanencia de la experiencia.”

“El entrenamiento en mindfulness es una práctica milenaria que ha sido conservada a lo largo de generaciones y generaciones de practicantes, principalmente en el contexto budista. Pero en la actualidad, mindfulness –es decir, la capacidad de observar de un modo desapegado y no reactivo la propia experiencia a medida que sucede– ha sido conceptualizada como una habilidad psicológica y su entrenamiento se lleva a cabo en contextos clínicos. De hecho, durante los últimos años, la noción de mindfulness ha sido integrada en la mayor parte de los modelos psicoterapéuticos actuales.”

María Teresa Miró Barrachina - Vicente Simón Pérez (Eds.):  Mindfulness en la práctica clínica  (Ed. Desclée De Brouwer)